Bienvenidos a todos los que os paséis por aquí.
He decidido unirme a la fiebre esta de tener un blog para
poder ir contando lo que en una semana empezará a ser mi nueva vida, y de esta
manera que los muchos o pocos que quieran ir sabiendo de mi y de lo que me va
ocurriendo lo tengan un poquito más fácil. Por supuesto esto no quiere decir
que no vayamos a hablar por Facebook, Skype, email o lo que cada uno prefiera.
(Aún no sé si podré tener Whatsapp).
Mi nueva vida, sí. En exactamente una semana (el 7 de
Octubre de 2013) aterrizaré en el otro lado del mundo, Nueva York para ser
exactos.
Una locura más de las mías, una aventura y sobre todo una
experiencia. Me voy a trabajar de Au Pair. (Au Pair = Cuidar niños en una
familia). Esta aclaración que puede parecer absurda creedme que no lo es. Han
sido 6 personas ya las que me han preguntado qué era eso.
Me encantan los niños, me encanta viajar y quería salir de
aquí, de Madrid. Así que, ¿qué mejor oportunidad que esta?
Realmente estoy muy ilusionada por comenzar con esta
aventura, a la vez que nerviosa y con miedo. Pienso en cómo será la llegada,
¡el departamento de inmigración del aeropuerto me da verdadero pánico! Sólo
empezaré a estar un pelín, sólo un pelín, más tranquila cuando me suba en el
coche de camino al hotel donde tengo que hacer un curso de orientación durante
unos días antes de irme a casa de mi familia.
Una vez que llegue al hotel estaré nerviosa por saber de qué
tratará exactamente el curso ya que la información que tengo es más bien
escasa.
Y por último, los peores nervios serán los del día de
encontrarme con mi familia. Aunque en realidad no voy a tener tiempo de pensar
nada sobre cómo será el encuentro ya que no tengo que coger ni aviones ni
trenes como otras chicas. Mi HM (host mother) me irá a recoger al mismo hotel.
Una gran suerte por cierto.
Me conozco, sé cómo me pongo en cada momento y en cada
situación y sé que los nervios me van a matar. Pero hasta el momento, intento
mantenerme lo más tranquila posible. Ya habrá tiempo de sufrir y de pasar las
noches en vela.
Por suerte, tengo con quien compartir mis sentimientos, mis
miedos, mi ilusión y cada una de las cosas que se me pasan por la cabeza.
Hace unos días, cuando recibí el billete de avión, también
recibí los datos de una chica que viaja conmigo en el mismo vuelo. Esto lo hace
todo mucho más fácil.
Se llama Cristina y me parece súper simpática. También es de
Madrid y tiene mi misma edad. De hecho, nació el mismo día, del mismo mes, del
mismo año que yo. ¡Alucinante! Como dice ella, estábamos destinadas a
encontrarnos. Y lo cierto es que, saber que hay una persona en tu misma
situación y que va a estar a tu lado y va a pasar lo mismo que tú hasta el día
de irnos con las familias ayuda muchísimo.
Las dos estamos nerviosas, las dos sufriremos con las
despedidas en el aeropuerto (aunque ella menos que yo, jaja), nos haremos
compañía en el avión en esas largas 8h, pasaremos todo el proceso de
inmigración juntas, que no es poco, haremos el curso juntas y nos lo pasaremos
de lujo en la excursión que tenemos reservada por Manhattan. ¿La parte mala? No
vamos al mismo sitio. Pero bueno, como dice ella, tendremos una excusa para
viajar.
¡Gracias Cris! Nos vemos en Barajas. Eso si no nos
encontramos antes en la Dgt.