lunes, 30 de septiembre de 2013

Empezando a contar...




Bienvenidos a todos los que os paséis por aquí. 

He decidido unirme a la fiebre esta de tener un blog para poder ir contando lo que en una semana empezará a ser mi nueva vida, y de esta manera que los muchos o pocos que quieran ir sabiendo de mi y de lo que me va ocurriendo lo tengan un poquito más fácil. Por supuesto esto no quiere decir que no vayamos a hablar por Facebook, Skype, email o lo que cada uno prefiera. (Aún no sé si podré tener Whatsapp).

Mi nueva vida, sí. En exactamente una semana (el 7 de Octubre de 2013) aterrizaré en el otro lado del mundo, Nueva York para ser exactos.

Una locura más de las mías, una aventura y sobre todo una experiencia. Me voy a trabajar de Au Pair. (Au Pair = Cuidar niños en una familia). Esta aclaración que puede parecer absurda creedme que no lo es. Han sido 6 personas ya las que me han preguntado qué era eso.

Me encantan los niños, me encanta viajar y quería salir de aquí, de Madrid. Así que, ¿qué mejor oportunidad que esta?

Realmente estoy muy ilusionada por comenzar con esta aventura, a la vez que nerviosa y con miedo. Pienso en cómo será la llegada, ¡el departamento de inmigración del aeropuerto me da verdadero pánico! Sólo empezaré a estar un pelín, sólo un pelín, más tranquila cuando me suba en el coche de camino al hotel donde tengo que hacer un curso de orientación durante unos días antes de irme a casa de mi familia.

Una vez que llegue al hotel estaré nerviosa por saber de qué tratará exactamente el curso ya que la información que tengo es más bien escasa.

Y por último, los peores nervios serán los del día de encontrarme con mi familia. Aunque en realidad no voy a tener tiempo de pensar nada sobre cómo será el encuentro ya que no tengo que coger ni aviones ni trenes como otras chicas. Mi HM (host mother) me irá a recoger al mismo hotel. Una gran suerte por cierto.

Me conozco, sé cómo me pongo en cada momento y en cada situación y sé que los nervios me van a matar. Pero hasta el momento, intento mantenerme lo más tranquila posible. Ya habrá tiempo de sufrir y de pasar las noches en vela.

Por suerte, tengo con quien compartir mis sentimientos, mis miedos, mi ilusión y cada una de las cosas que se me pasan por la cabeza.

Hace unos días, cuando recibí el billete de avión, también recibí los datos de una chica que viaja conmigo en el mismo vuelo. Esto lo hace todo mucho más fácil.

Se llama Cristina y me parece súper simpática. También es de Madrid y tiene mi misma edad. De hecho, nació el mismo día, del mismo mes, del mismo año que yo. ¡Alucinante! Como dice ella, estábamos destinadas a encontrarnos. Y lo cierto es que, saber que hay una persona en tu misma situación y que va a estar a tu lado y va a pasar lo mismo que tú hasta el día de irnos con las familias ayuda muchísimo.

Las dos estamos nerviosas, las dos sufriremos con las despedidas en el aeropuerto (aunque ella menos que yo, jaja), nos haremos compañía en el avión en esas largas 8h, pasaremos todo el proceso de inmigración juntas, que no es poco, haremos el curso juntas y nos lo pasaremos de lujo en la excursión que tenemos reservada por Manhattan. ¿La parte mala? No vamos al mismo sitio. Pero bueno, como dice ella, tendremos una excusa para viajar.

¡Gracias Cris! Nos vemos en Barajas. Eso si no nos encontramos antes en la Dgt.