Ha llegado el día. Bueno, todavía no, en unas horas.
Prácticamente en unas horas me mudo de pueblo, de casa, de familia, de niños, de amigas, de vida.
Ya lo tengo todo preparado y con la última maleta a falta de meter el neceser y el pijama mañana por la mañana para poder cerrarla.
Al final mi actual familia va a ser la encargada de llevarme a mi nueva casa. Y menos mal, porque con las mil maletas y el peso de cada una podría haber muerto si hubiera tenido que coger un tren o un avión.
Porque no, el peso no es el mismo que cuando vine. En el mes y pico que llevo aquí ya me he comprado cosas y mi madre ya me había mandado un par de botas. ¡Quién me iba a decir a mí que me iba a pasar esto!
Así que además del peso, he tenido el problema de poderlas cerrar. Pero bueno al final con mi varita mágica lo he conseguido. Me queda por cerrar la grande, espero poder hacerlo...
Me han dicho que saldremos de casa sobre las 7.30 de la mañana. ¿¿Para qué tan pronto?? Madre mía...
Yo mañana entre los nervios y el madrugón MUERO!!
¿¿Cómo será el recibimiento??
¿¿Estarán los niños levantados cuando llegue??
¿¿Cómo me recibirán??
¿¿Me aceptarán??
¿¿Cómo será la despedida con mi actual familia??
Uff uff uff...
QUE HORROR!!
Mañana lo sabremos todo.
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