jueves, 26 de diciembre de 2013

24 y 25 de Diciembre

Madre mía, madre mía lo abandonadísimo que tengo esto!!! Creo que es hora de empezar a sacar chicha de donde no la hay y volver a escribir más regularmente porque esto no puede ser.

Hoy sí que tengo alguna que otra cosilla que contar, Navidad y esas cosas así que allá vamos y a ver si vuestra cena de Nochebuena fue igual porque la mía fue un poco... rara. O por lo menos rara para mí.

Días antes del 24 le pregunté a mi HM que me contara un poco sobre su Navidad, sus cenas, sus costumbres, etc. Más que nada para saber a qué atenerme y no llevarme luego ninguna sorpresa inesperada.
Me estuvo contando que para ellos es tan importante la cena del 24 como la del 25 y que por lo tanto se ponían guapos, lo que quería decir vestido y tacones.

Yo tenía ropa para la ocasión, pero sólo para uno de los días. No me traje apenas ropa de fiesta de España por lo que necesitaba un segundo vestido para el día 25. Me fuí varios días de compras buscando algo decente, elegante, cómodo y que me quedara bien y ¿sabéis que pasó? QUE NO ENCONTRE NADA!!

Increíble pero cierto. Así que el 23 por la tarde-noche después de ir al último centro comercial no me quedó otra que pensar, "que no cunda el pánico, tengo alguna que otra blusa, algo podré hacer".

DÍA 24.

Mi día empezó a las 8 de la mañana trabajando. (Creo que soy la única pringada que no se ha podido ir a casa o de viaje a algún sitio porque su familia no le ha dado vacaciones y que encima está trabajando todos los días). 
Nada más levantarnos las niñas querían desayuno del "ponlo en mi cuenta" así que me fui a por ello y lo traje a casa. Después de desayunar las tuve que llevar a hacer la manicura y la pedicura (Flipé. Por las edades que tienen más que nada). Bañé a las pequeñas y las preparé para la cena. Recogí la casa por orden de mi HD (Flipé) y por fin a las 15h pude irme a arreglar yo. Me tomé mi tiempo para tratar de estar lo más a punto posible y ¿cuál fue mi sorpresa cuando llegué al salón y vi a la gente? NADIE estaba ni en vestido de fiesta ni en tacones!!! MIERDA, MIERDA, MIERDA!!! Mi HM y yo éramos las únicas y a mí eso de destacar como que no me llama mucho la atención... Todo el mundo en vaqueros y botas planas o manoletinas.

La cena en sí como ya he dicho para mi, rara. Se puede decir que fue un picoteo de colegueo. No se preparó ninguna mesa como se hizo por ejemplo en Thanksgiving. Ni nadie se sentó a cenar. Lo que se hizo fue poner toda la comida en la isla de la cocina en plan buffet y ahí nos íbamos acercando a coger todo. Con platos de cartón y vasos de plástico. Nadie se sentó a cenar y no había vajilla "especial" como yo estoy acostumbrada. Todo el mundo estaba desperdigado, por aquí, por allá. Me siento aquí y me siento allá. Voy, cojo esto y luego pico un poco de lo otro. Los niños apenas comieron nada, por no decir que no comieron nada. Los chicos estuvieron en la habitación todo el rato jugando a la consola y las niñas desaparecidas y repartidas por toda la casa.
Para mí raro. O por lo menos diferente.

Cuando todo terminó apenas nos enrtetuvimos en nada, había que irse a la cama pronto para que pudiera entrar Santa.


DÍA 25.

A las 7.45h estaba yo soñando tan plaaaaacidamente cuando de repente entraron en mi habitación gritando dos monstruos diciendo que subiera a abrir todos los regalos con ellos. 







Aquí Santa todavía no había terminado de poner todos los regalos. Así que a la mañana siguiente, una vez abierto todo os puedo jurar que había más de cien cosas. Muy variado además. Desde juguetes, a ropa, a cosas electrónicas, entradas para festivales, clases de canto... absolutamente de todo. 
Desde mi punto de vista y con todos mis respetos, me pareció algo excesivo.
Ah! y que no se me olvide, ¿sabéis cual fue el regalo estrella de la casa? UN PERRO! Noooooooooooo!! Casi muero al saber que voy a ser yo la que va a tener que recoger todas las mierdas y pises que en su día no recogí con mi perra. Lo que me faltaba... 

El caso, desayunamos todos juntos y cuando el ambiente se empezaba a dispersar yo me empecé a arreglar porque había quedado con mi amiga Cris y una amiga suya en la ciudad. Después de tres meses sin vernos (ella vive en Chicago) llegaba el momento del reencuentro. QUE NERVIOSSSSSSSS!!!!! 

Quedamos en coger el tren de las 11h. O sea, yo le tenía a las 11.15h y ellas a las 11.05. Yo llegaba a la Gran Central y ellas a Penn Station y de ahí me iban a buscar a la Gran Central. Todo estaba planeado y yo tendría que esperar solo unos 20 min.

Vale, pues no. Las esperé HORA Y MEDIA. Nada más y nada menos. Si no llega a ser por el wifi de la estación y una maravillosa persona llamada Mikel que me dio conversación todo ese rato me hubiera vuelto a casa. Por fin llegaron y el mega enfado que tenía se me pasó con el abrazo de Cris. Qué ganas tenía de verla!!!! 






 Cruzamos el Brookling Bridge, fuimos a un mirador que está justo debajo y nos reímos mucho muchísimo. Pero eso sí, el plan principal del día era ir al 100 montaditos que acaban de abrir en Manhattan. Cuando ya empezaba a anochecer y ya empezábamos a no soportar el frío cogimos un taxi dirección 100 montaditos. 
Qué emoción!!! Un 100 montaditos en Nueva York!!!! El primero de hecho (creo). Llegamos allí y SORPRESAAAAAAAAAAAAA..... estaba CERRADO por ser Navidad. NOOOOOOOOOOO!!!! Yo casi lloro, os lo juro. 




Muertas de frío y muertas de hambre tuvimos que tirar de internet en el móvil y buscar algo donde poder cenar. Así que acabamos en un Fridays comiéndonos unas hamburguesas de infarto. 

Una vez terminamos cogimos los taxis que nos llevarían de vuelta a nuestras respectivas estaciones y a casa. El día se había terminado.

Os dejo un par de fotos de la Gran Central con los ventanales encendidos. Me parece algo precioso.




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