jueves, 21 de noviembre de 2013

Conociendo gente

Desde el mismo día en que llegué a este nuevo pueblo ya empecé  hablar con un montón de chicas de mi zona.
Lo típico, empiezas a hablar con un montón pero al final sólo conoces a cuatro.

El martes por la mañana quedé con Eva, una manchega bastante maja la verdad. Fuimos al Starbucks (típico) y pasamos la mañana hablando de todo un poco. Las dos venimos de rematch así que nos estuvimos contando lo que nos había pasado en las anteriores familias, lo que tenemos ahora y bueno, pues conociéndonos un poco ya que somos vecinas y futuras amigas seguramente. 

Por cierto, otra con novio. Otra loca de la vida.

Ayer miércoles, por la mañana fui con mi hd a la cafetería de "ponlo en mi cuenta" a por el desayuno. Nos cogimos unos cafés y yo un muffin que pensaba que las pepitas de arriba eran chocolate y resultó que eran pasas. Aaaaaaagggggggg. Las pasas igual que el coco o el plátano me gustan separadas de cualquier cosa. En el momento en el que me lo ponen en un postre, colonia, etc, ya no me gusta naaaaada de nada.

Cuando volvimos  casa puse una secadora, es todo lo que tengo que hacer hasta las 3-3.30 pm. De hecho, si el resto del año es como hasta ahora, creo que voy a estar medio de vacaciones en EEUU.

A las 2.50 pm venía Mónica a recogerme (cuidadora de las hijas de la mejor amiga de mi hm) para enseñarme dónde está el cole de las niñas, dónde hay que esperarlas, dónde hay que llevarlas para su clase de ballet y lo que ay que hacer con ellas.

Cuando llegamos al cole y mi niña pequeña vio que yo estaba allí, ¡ay la ilusión que la hizo!, vamos, que casi me pongo a hacer volteretas de la ilusión que me hizo a mi su reacción.
Recogimos a toda la tropa que teníamos que recoger y las llevamos a ballet (una de las mil actividades que hacen). Una vez allí, las ayudamos a cambiarse y estuvimos esperando hasta que la clase empezó.




Cuando a los 45 min terminó la clase (45 min infernales haciendo nada porque ni me llevé un libro ni nada de nada), las niñas cogieron sus respetivos abrigos y nos fuimos a casa. Era la hora de hacer los deberes, la cena y bañarse.
Así que así lo hicimos.

Cuando estábamos haciendo los deberes empezaron a llegar el resto de niños, bañé a las dos pequeñitas como todos los días y cuando terminé me empecé a preparar yo porque a las 8 pm tenía la cena de acción de gracias de todas las au pairs de la zona.

Quedé con Eva y dos suecas más en el Starbucks para ir juntas en un sólo coche.
Llegamos allí y me pareció de locura, no sé cuántos seríamos, pero fácilmente 70. Y vi el primer chico au pair!! Aunque no sé ni dónde vive ni nada de él, no hablamos absolutamente nada.

El rollo que había allí la verdad que no me gustó mucho. Son reuniones en las que supuestamente puedes conocer a un montón de gente, pero en realidad no te relacionas con nadie. Sólo con las chicas que vas o con las que ya conoces de antes, bien sea porque hicieron orientación contigo o porque viven en tu misma zona y de vez en cuando se queda (no es mi caso todavía).

Así que nosotras que nos sentamos en una mesa de 10, hablamos sólo entre nosotras. Es decir, Eva, una chica que me presentó que ellas ya son amigas y yo. Y con las otras 7 chicas de la mesa más bien poco, por no decir nada.

Por lo tanto, yo prefiero hacer una mini quedada en un Starbucks por ejemplo y si somos 4, hablar las cuatro. Me siento más cómoda que en reuniones como las de ayer.

A las 9.50 pm empezaron a decirnos las conselors que empezáramos a desalojar si no nos importaba, ya que los trabajadores de donde estábamos se tenían que ir a las 10. Recogimos todo y en la puerta cuando ya nos íbamos conocimos a una catalana y a una francesa. La francesa, loca no, LO SIGUIENTE!

Y la verdad que poco más, cogimos el coche y todo el mundo a casa.








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