miércoles, 26 de febrero de 2014

Everybody's at home again


Hoy era el día. Sí. Hoy mi HF ha vuelto a casa después de sus diez días de vacaciones. Y oye, qué pocas ganas tenía yo de volver a la rutina. A las peleas, a los gritos, a los enfados, a las desobediencias, a las malas caras, a los cuchicheos, a los Sandra haz esto y Sandra haz lo otro... Pero bueno, es lo que hay porque es lo que yo he elegido. 

Esta mañana me fui a clase sabiendo que a la vuelta la paz en casa habría desaparecido. Volverían mientras yo estaría en la universidad.
Vuelvo a casa, el coche no está en la puerta. "Bien! Aun tengo un rato para mi." Aparco. Saco las llaves de casa y cuando llego a la puerta está abierta. "¿Me he dejado la puerta sin cerrar esta mañana????" Pero sabía que no. Siempre compruebo que la cierro bien ya que a veces cuesta. Y de repente me fijo y veo a través de la puerta de cristal (tenemos una primera puerta de cristal y una segunda, la propia de la casa) 4664934692 maletas y cosas por toda la entrada. "Vale, ya están aquí como estaba previsto"

Entro y la de 11 que estaba abajo me recibe con un soso "hey", para a continuación gritar un "mamááááááááááááááááá Sandra ya está aquí". Como si nada sigo hacia la cocina a dejar mis cosas cuando oigo que la pequeña grita, "Sandraaaaa, ¿estás aquí?" y al llamarla veo y oigo (sobre todo oigo) que empieza a bajar las escaleras como si no hubiera mañana. Yo pensaba "se cae, se cae... se cae fijo", pero no. Prueba superada. Y al llegar al último escalón, salta, y sigue corriendo con los brazos abiertos y una sonrisa en la cara  digna de ver. Salta sobre mí y empieza la tanda de besos y abrazos. Yo desde luego os juro que no me lo podía creer. Y menos aun cuando de repente me dice un "te he echado mucho de menos".

Mi pequeña Kendall, es la mejor con muchísima diferencia. Y sin ella saberlo se está convirtiendo en mi mejor amiga en esta casa y sobre todo mi aliada. 

Thank you so much Kenzi. I've missed you too baby.


Detrás de ella venía la de 8, y aunque la verdad que también corriendo y con alegría e ilusión, no sé, no ha sido lo mismo.
Aunque por supuesto, besos y abrazos también.

Después de eso me he llevado a las tres niñas a comer al "ponlo en mi cuenta" y por la tarde a alas dos pequeñas a baile, que aunque la madre les ha dado la opción de no ir hoy, las dos querían ir a ver a las amiguitas.

Por supuesto ya han empezado las peleas y los gritos pero bueno, después de casi cuatro meses en esta casa ya me he dado cuenta de que eso aquí es el pan nuestro de cada día. 
Por lo tanto paciencia y a tope con la rutina otra vez.


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